La flaca este año pasó
presurosa por mi calle
pa, no perderce la fiesta
de 600 catrinitas.
Más por ponerse muy guapa
del zócalo se alejó
en el metro se trepó,
y llegó a chintololandia.
Y es que, con tánto trabajo,
bien despistada que anda,
en véz de traer sombrero,
se puso alas de ángel.
Calaca, ya ni la amuelas,
andas rondando a los grandes,
o es que también tienes "bienes"
en ¡hospitales y marchas!
Yolanda Alarcón.
Recordar a nuestros ancestros, es una de la cosas que nos hace diferentes a las otras especies del planeta, además es una forma de conservar nuestras tradiciones.
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